CELCO Y MEDIO AMBIENTE

La empresa Celulosa Arauco disminuye sus emisiones de CO2, pero mantiene problemas ambientales en sus plantas



Cumple protocolo de Kioto

Celco vende bonos de carbono por Nueva Aldea

Empresa concretó la venta de 482 mil 129 certificados de reducción de emisiones equivalentes a igual número de toneladas anuales de CO2.

El complejo forestal e industrial Nueva Aldea, ubicado en la comuna de Ránquil, se transformó esta semana en la primera compañía del área silvícola en Chile en vender bonos de carbono.
Cristián Patrickson Croxatto, subgerente de Arauco Generación, explicó que “lo que hicimos fue registrar proyectos de generación eléctrica con recursos renovables, ya que el combustible que utilizan son desechos forestales”.
Con ello, obtuvieron la certificación de una empresa reconocida por la ONU y pudieron vender un total de 482 mil 129 certificados de reducción de emisiones, equivalentes a igual número de toneladas anuales de dióxido de carbono (CO2) abatidas.
A la fecha, Arauco ha inscrito tres proyectos bajo el Mecanismo de Desarrollo Limpio (MDL), los que corresponden a las unidades generadoras de energía eléctrica con biomasa forestal que se encuentran en sus plantas Trupán (29 MW), Nueva Aldea fase 1 (29 MW) y Nueva Aldea fase 2 (37 MW).
Esta venta de bonos de carbono involucra a las dos primeras unidades: Trupán y Nueva Aldea fase 1, por el CO2 y metano abatidos en el período que va del año 2003 al año 2006.
Esta venta ha sido posible gracias a que en estas plantas Arauco cogenera energía eléctrica a partir de biomasa forestal, la cual es una fuente renovable y neutra en CO2, y además reduce metano.

¿Qué son?

El Protocolo de Kioto firmado en 1997 significó un acuerdo de la gran mayoría de los países para reducir las emisiones contaminantes al medio ambiente.
Uno de los tres mecanismos propuestos para disminuir la emisión de gases causantes del calentamiento global fue la creación de los “bonos de carbono”.
Estos son un sistema de incentivos económicos para que las empresas contribuyan a disminuir sus emisiones.
Lo novedoso es que se establece el derecho a contaminar el aire como un bien canjeable, que tiene un precio establecido en el mercado.
Así, si una empresa quiere producir más y contaminar más, requiere comprar bonos de carbono a las empresas que logran reducirlos.

Generación eléctrica

Arauco genera un excedente de capacidad instalada de 178 MW, de un total de 537 MW.
El excedente que aporta al Sistema Interconectado Central de Chile es equivalente a la potencia que consumen simultáneamente ciudades como Talca, Chillán y Valdivia.
Son estos excedentes los que permiten a Celco obtener “bonos de carbono” que vende en el mercado internacional.
Patrickson explica que la lógica detrás de este proceso consiste en que al inyectar electricidad producida con calderas que queman combustibles de desechos forestales, se dejan de quemar combustibles fósiles que se requerirían para generar esa misma electricidad.
Los bosques, a diferencia del petróleo, son recursos renovables, es decir, el CO2 que se produce con la combustión de esos desechos es recuperado a través de las nuevas plantaciones forestales que reemplazarán las explotadas.
El ejecutivo de Celco señala que con esta experiencia positiva esperan certificar nuevos bonos de carbono en el futuro.

Concepción, Chile, jueves 19 de julio de 2007

Diario El Sur

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